El azafrán silvestre (Crocus cambessedesii) es endémico de Mallorca y Menorca. Hemos encontrado algunas referencias bibliográficas de su presencia en Sant Antoni de Ibiza pero parece ser que es un error.
Vive en zonas rocosas con poco sustrato, tanto en la montaña como en zonas de litoral. A menudo la encontrareis entre grupos numerosos de ejemplares pero tampoco es raro encontrar alguna sola en una explanada.
En diciembre, en Mallorca, realmente es difícil realizar alguna excursión por la Serra de Tramuntana, o por la costa y no encontrarte con este precioso endemismo. Lo podréis encontrar en muchos lugares: Serra de Na Burguesa, Cap Blanc, Sa Comuna de Bunyola, Albercutx, La Victòria,….
En Menorca la podréis encontrar por ejemplo en Son Saura, Favàritx, Cala Blanes, Cala Turqueta, Santa Galdana, Addaia, El Toro,…
Si buscáis bibliografía encontrareis que la floración empieza en septiembre y no acaba hasta febrero-marzo. Esto no quiere decir que la flor permanezca tantos meses sino que en algunos lugares la floración empieza antes y en otros mucho más tarde. Posiblemente el diciembre sea el mes donde la podáis encontrar más fácilmente.
Cada planta tiene una única flor, hermafrodita. Estas pueden tener una gran variedad de tonalidades entre blanco inmaculado y violeta intenso. Hay zonas donde todas las flores son totalmente blancas (por ejemplo en la Serra de na Burguesa) pero a menudo las encontrareis mezcladas, con un baile de tonalidades diversas realmente precioso. Los tépalos están recorridos por líneas púrpuras que se dejan ver también en su parte interna.
Las hojas y las flores surgen al mismo tiempo de manera que es posible que paséis por un lugar sin encontrar ninguna y al cabo de dos semanas volver a pasar y que esté repleto.
Justo en el centro de la flor encontramos tres estambres de color amarillo intenso cargados de polen y tres estigmas de color naranja. La combinación de colores es espectacular y atrae a muchos polinizadores.
Como curiosidad podemos decir que el ovario inicialmente es subterráneo. Cuando las semillas están maduras emerge y se abre para dispersarlas. Al mismo tiempo se seca y solamente permanece el bulbo, enterrado, esperando de nuevo las primeras lluvias del siguiente otoño para florecer de nuevo.
Si queréis observarla o fotografiarla y vivís en Mallorca o Menorca ahora es el momento. Es parte de la biodiversidad que tenemos más cerca. Conozcámosla. Cuidémosla.